Gastroscopia

La gastroscopia, o más correctamente esófago-gastroduodenoscopia, permite la exploración del tubo digestivo superior, desde la boca hasta la mitad del duodeno aproximadamente.

¿En qué consiste?

El paciente deberá permanecer en ayunas durante las 4 ó 6 horas previas. En la sala de exploraciones, se tumbará en una camilla sobre su costado izquierdo. Se le colocará un abrebocas (una pequeña boquilla que sujetará con los dientes) y el médico introducirá suavemente el extremo del endoscopio por la boca. Es normal sentir una pequeña molestia y náuseas durante ese momento. Manténgase tranquilo y respirando profundamente y despacio, la sensación es fugaz. El especialista revisará el tubo digestivo en apenas un minuto. Finalmente extraerá el tubo y la prueba habrá finalizado. No es dolorosa y no le impide respirar en ningún momento. Es posible que haya que tomar alguna biopsia. Eso no implica ninguna gravedad ni es doloroso, Ud. no notará nada y apenas prolongará unos segundos la prueba.

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¿Qué preparación necesita?

 

Únicamente deberá permanecer en ayunas las 4 ó 6 horas previas a la exploración.  Puede encontrar el documento de Consentimiento informado para gastroscopia  en la sección correspondiente de Consejos/Consentimientos informados

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